martes, 27 de octubre de 2015

LA OTRA CARA DE LA FORMULA 1

Hace casi dos meses desde que escribí mi último artículo en este blog. Casi nada. Dos largos meses de inactividad forzada, eso si, ya que por caprichos del destino mi ordenador dijo "hasta aquí hemos llegado" justo cuando la Formula 1 volvía de su parón estival. El mejor momento, claro que si. Teniendo en cuenta por una parte que mi ordenador viene siendo la oficina central para todo lo que Formula Paddock requiere y, por otra parte, que los técnicos que se han encargado de la reparación correspondiente padecían una especie de mezcla entre pereza e ineptitud, o algo por el estilo, que se yo, pues lógicamente todo ello no nos dejó otra opción a mis compañeros y a mi que la de hacer lo que en el gran circo se conoce como un stop/go. Esa penalización que obliga al infractor a entrar al pit lane y detener el monoplaza en su box durante un periodo determinado de tiempo antes de poder reemprender la marcha y reincorporarse a la pista. Ahora es cuando dejo caer el símil automovilístico. Hace casi dos meses nos vimos obligados a entrar en el garaje y detener nuestro monoplaza, pero hoy reemprendemos la marcha y nos reincorporamos al mundial de Formula 1 con las mismas ganas con las que lo dejamos, e incluso más si cabe. Así que sin más dilación entramos en materia. ¡Luz verde en el semáforo!

Hace aproximadamente 48 horas se disputó la que para mi ha sido, de calle además, la mejor carrera de la temporada sin duda alguna. El Circuit of the Americas nos deleitó con un Gran Premio de Estados Unidos de lo más divertido y emocionante desde que se apagaron las luces rojas hasta que se ondeó la bandera de cuadros 56 vueltas después. Un Gran Premio en el que, a falta de tres carreras aún, Lewis Hamilton se coronó como tricampeón del mundo, igualando así al que es su ídolo confeso, nada más y nada menos que Ayrton Senna.

El británico ha completado una grandísima temporada hasta el momento y en las tres carreras restantes es posible incluso que veamos una versión aún mejor del piloto, ya que al haberse quitado la presión del título y no jugarse nada puede divertirse aún más, y eso siempre repercute en lo que vemos los espectadores desde fuera. Con el paso de los años Lewis ha madurado como persona y como piloto, demostrando más que de sobra el talento que tiene sobre el asfalto y esa tercera corona pone su nombre junto al de algunos grandes de la categoría reina. Dejando bien claro que abandonar McLaren para irse a Mercedes en 2013 fue una de las mejores decisiones de su vida. Quién lo iba a decir. Llegados a este punto, ¿Hasta donde llegará el inglés montado en esa flecha de plata?

Ahora centrándome en lo que fue en la carrera en si, la primera maniobra polémica podríamos encontrarla justo después de que se apagaran las cinco luces rojas del semáforo que marca la salida, concretamente en la primera curva, y precisamente con Lewis Hamilton y Nico Rosberg como implicados. En la frenada de esa primera curva, que además es ciega, Hamilton le cogió el interior a Rosberg y le gano la posición para colocarse primero, mientras que el alemán se salía de pista y caía hasta la cuarta posición por detrás de los dos Red Bull, que celebraban su Gran Premio número 200 con una gran actuación también. Más tarde, cuando la realización nos ofreció las repeticiones de la salida, en las cámaras onboard se pudo ver como el británico de las flechas de plata se pasaba ligeramente de frenada golpeando así a su compañero alemán. De manera leve, si, pero lo suficientemente fuerte como para obligarle a salirse de la trazada y hacerle perder tiempo y posiciones. Al teutón no debió sentarle nada bien y seguramente esta maniobra podría considerarse de dudosa legalidad, aunque a mi personalmente no me lo pareció. El ahora calvo de Antena 3 en su momento comparó la maniobra con otra muy reciente y que todos los que estéis leyendo esto seguramente conoceréis, la de la famosa "patadita" de Valentino Rossi a Marc Márquez en MotoGP. Antoñito, por dios, que hay que saber medir, hombre, que son muchos años en el gremio ya. La cuestión es que yo creo que no fue algo intencionado o sancionable, ya que el pasarse de frenada llegando a una curva ciega cuando además el asfalto está mojado y siendo un incidente en la salida me parece comprensible, y por eso lo considero un lance de carrera, nada más.

Durante todas las vueltas restantes disfruté como un niño con las estrategias erróneas, el baile de posiciones, los toques, las salidas de pista, en fin, con absolutamente todo lo que sucedió durante la carrera. Ojalá fueran todas así. Incluso la "falsa" clasificación del sábado fue digna de recordar, no solo por lo absurdo de la situación que se generaba debido a las decisiones de la FIA y sus continuos aplazamientos, sino con esa especie de competición amistosa que se generó entre pilotos, ingenieros, jefes de equipo y hasta los padres de algunos pilotos de la parrilla por ver quien hacía la broma más graciosa u original. Desde luego aquella tarde pudimos disfrutar de la cara más humana y divertida de la Formula 1, esa que deberían sacar a relucir más a menudo, en mi humilde opinión. Después de todo no hay mal que por bien no venga y, como ya he dicho, a pesar de no haber ningún tipo de acción en pista a causa de la intensa lluvia, fue una de las sesiones de clasificación más entretenida, interesante y surrealista que he visto nunca.

Después de la carrera tuvo lugar otra maniobra polémica, digámoslo así, que me gustaría comentar antes de poner el punto y final a este artículo. El famoso lanzamiento de la gorra de Rosberg en la antesala del podio. Yo creo que aquí la cosa cambia según como interpretemos los hechos, y los únicos que saben realmente el cómo y el porqué de esos hechos son Rosberg y Hamilton. La cuestión es que antes de aparecer en público Lewis cogía todas las gorras, esas que Pirelli ofrece a los tres integrantes del podio para la ceremonia tras la carrera con su correspondiente posición bordada en un lateral, le lanzaba a Rosberg la que le correspondía y acto seguido le daba a Vettel la que le tocaba a el también. En ese momento Nico le devolvía el lanzamiento al británico y le tiraba la gorra directamente a las manos, a lo que Lewis respondió con una simple mirada y, en resumen, pasando del tema. Tal vez el problema sea que soy demasiado inocente y no veo maldad por doquier, pero yo lo que interpreté en su momento fue que Hamilton le pasaba a cada uno su gorra, sin dobles sentidos ni mensajes ocultos, y Rosberg, en un gesto que a mi me pareció de mal perdedor, se la tiraba encima de manera despectiva. Eso es lo que a mi me pareció al menos. Así como en el pasado Gran Premio de Abu Dhabi 2014 la actitud del alemán de las flechas de plata me pareció memorable y de todo un caballero aceptando una derrota, el gesto de la gorra del pasado Domingo me pareció muy feo, sencillamente.

Estas son, como siempre, mis opiniones personales y que he intentado expresar aquí de la mejor manera posible, además de haberlo hecho con muchísimas ganas después de ese desafortunado stop/go que os comentaba al inicio de este artículo. Pero ese stop/go ya se acabó. Muchas gracias a todos por leerme.


Autor:
Eder Vega