miércoles, 29 de julio de 2015

F1: CERRADO POR VACACIONES


Hemos llegado al ecuador del campeonato mundial de Formula 1, al descanso estival en el que todos los equipos de la parrilla se toman unas obligadas y merecidas vacaciones. Obligadas porque las escuderías tienen prohibido trabajar en sus respectivas sedes de cara al desarrollo de sus monoplazas, y merecidas porque, bueno, es obvio. La próxima vez que el gran circo vuelva a ponerse en marcha será a finales del mes de Agosto, en el legendario circuito de Spa-Francorchamps, pero hasta que llegue ese día estoy seguro de que a todos los aficionados, entre los que me incluyo, se les va a hacer muy largo.

Al que no se si se le va a hacer tan largo es al alemán Sebastian Vettel, que el pasado domingo en Hungría cosechó su segunda victoria con los de Maranello en una carrera bastante divertida e interesante, sobre todo la segunda mitad de la misma. El teutón se aprovechó de la mala salida de Lewis Hamilton y se emparejó con el británico, consiguiendo ganarle la posición en la frenada de la primera curva. Así como su victoria en Malasia fue más demérito de Mercedes que mérito propiamente dicho de Ferrari, he de decir que en Hungría se trabajaron la victoria desde el principio. Se beneficiaron de todo lo que les pasó a los dos pilotos de Mercedes, eso es cierto, pero el ritmo que mantuvo Vettel durante toda la carrera fue envidiable. Tras la bandera de cuadros el germano le dedicaba unas palabras a Jules Bianchi en francés, un momento de lo más emotivo. Al igual que el minuto de silencio celebrado antes de la carrera y en el que estuvo presente la familia Bianchi. Uno no podía evitar emocionarse ante semejante imagen.

Al que tampoco se si se le va a hacer muy largo o no es a Fernando Alonso, que tal día como hoy además cumple 34 años. El asturiano comenzaba el fin de semana siguiendo la línea que McLaren Honda viene trazando desde el comienzo de la temporada. Hasta cierto punto parecía que podría no irles del todo mal, pero tras la clasificación todo eso se vino abajo. Jenson Button no conseguía pasar ni siquiera de la Q1 y Fernando Alonso, que si lo había hecho, tenía que resignarse a ver como su coche le dejaba tirado justo a la entrada de boxes cuando se encontraba en la Q2 y en decimoquinta posicion. Esa fue otra imágen muy comentada, la del español empujando su monoplaza con sus propias manos. Una especie de descripción gráfica de lo que viene siendo el año de Mclaren con su nuevo motor Honda. Tras la debacle del sábado lo que ninguno podía imaginarse era lo que sucedería el domingo, incluso con la cantidad de incidentes que tuvieron lugar a lo largo de las 69 vueltas de las que constaba el Gran Premio tras abortar la salida en un principio y dar una segunda vuelta de formación. Justo antes del parón veraniego los dos pilotos de la escudería de Woking consiguieron colocar sus respectivos monoplazas entre los diez primeros, algo que les otorgaba unos cuantos puntos al cruzar la bandera de cuadros. Fernando Alonso terminaba quinto, sumando diez puntos, mientras que Jenson Button lo hacía en novena posición, metiéndose dos puntos en el bolsillo. Esto no significa que vayan a hacer algo similar en Bélgica, pero al menos espero que les haya aportado una motivación extra para afrontar lo que queda de temporada. La van a necesitar.

En líneas generales, el Gran Premio de Hungría fue uno de los más entretenidos de este año, ya que en todo momento ocurría algo en pista y, desde luego, no faltaron incidentes, errores, sanciones y muchos más alicientes a lo largo de toda la carrera. Como dijo Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, tras la conclusión de la misma, y me gustaría poner fin a este artículo con estas palabras, fue el tipo de carrera en la que seguro que a Jules Bianchi le hubiera gustado competir.

¡Nos vemos en Septiembre!



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