martes, 9 de septiembre de 2014

UN TETRACAMPEÓN EN DUDA



Hoy, después de varias semanas, unos pocos meses, lo que me ha parecido algo así como una eternidad, esta noche, por fin, vuelvo a sentarme frente al teclado para escribir unas cuantas líneas en el blog de Formula Paddock, al que ya se le empezaba a acumular una ligera capa de polvo por encima. En este momento he cogido aire, he soplado fuerte y ese polvo se ha disipado fugazmente dejando lugar para el que será mi próximo artículo, en el que intentaré expresar de la mejor manera posible lo que es mi visión personal de cómo está el mundillo que rodea al gran circo en estos momentos. Concretamente lo que rodea al vigente tetracampeón del mundo alemán, el piloto de Red Bull cuyo dedo índice hace ya bastante tiempo que no vemos, Sebastian Vettel.

Otros proyectos que nada tienen que ver con Formula 1 me han mantenido ocupado estos últimos meses, motivo por el cual quiero pedir perdón a todos nuestros seguidores, ya que me he visto obligado a dejar en el aire las tareas de Formula Paddock en general. Aún así nunca hemos dejado de crecer y hemos seguido aumentando el número de seguidores en Twitter al igual que el número de lectores en este blog. Por todo ello quiero daros un millón de gracias a todos los que nos leéis, ya que nada de esto sería posible sin vosotros. Muchísimas gracias.

Dicho esto, y entrando definitivamente en materia, voy a escribir sobre un tema bastante espinoso últimamente, nunca con ánimo de criticar u ofender a nadie, obviamente, y siempre desde mi punto de vista personal, como ya he mencionado. Y es que en las redes sociales ha sido uno de los temas de los que más se ha hablado estos últimos días, la gran pregunta, ¿Es Vettel realmente el grandísimo piloto que parecía ser? ¿Está haciendo honor este año a esos cuatro títulos ganados consecutivamente desde 2010?. Ante todo he dejar claro que Sebastian Vettel me parece un gran piloto. Me remito al hecho de que sobre la faz de la tierra tan solo existen 22 hombres privilegiados cuyo trabajo es pilotar un monoplaza cada fin de semana en la mayor competición que existe. Si Vettel se encuentra en ese reducido grupo de élite está claro que es porque no le faltan manos. Pero a partir de ahí, más allá de que sea un gran piloto, ¿Es el alemán realmente el piloto que parecía ser en años anteriores? Para mi, sinceramente, no. Creo que con cada Gran Premio de esta temporada 2014 el mito de Vettel se ha ido diluyendo poco a poco, algo que el mismo ha conseguido debido a su pobre rendimiento mostrado a lo largo de este año. Nadie le va a quitar los números que ha conseguido, ni sus cuatro títulos, en absoluto. Es obvio que no todos pueden conseguir algo así y que el alemán ya es mucho más que un piloto consagrado, pero estoy seguro de que Sebastian no habría conseguido tales marcas de no haber conducido un coche tan superior como el que ha tenido la suerte de manejar los últimos cuatro años. En mi opinión, un campeón del mundo de Formula 1 debería demostrar su capacidad, su valía y sus manos aún no teniendo el mejor coche. No voy a hacer comparaciones, ya se sabe que son odiosas, y estoy seguro de que muchos ya estáis pensando en algún que otro nombre, pero esa no es mi intención, quiero dejar eso claro en este momento.

Desde el Gran Premio inaugural en Australia allá por el mes de Marzo ya se veía que el nuevo compañero del alemán, Daniel Ricciardo, podría plantarle cara al tetracampeón en su primera temporada en un equipo puntero, al menos eso era lo que a mi me parecía. Desde entonces hemos visto como el australiano ha conseguido seis podios, tres de los cuales son victorias y dos de ellas consecutivas (Canadá, Hungría y Bélgica), lo cual le hace sumar la cantidad de 166 puntos en el campeonato de pilotos. Mientras tanto Vettel aún no ha logrado ninguna victoria, tan solo ha conseguido subir al cajón en dos ocasiones (Malasia y Canadá), y solo ha conseguido 106 puntos hasta este momento. Daniel Ricciardo se ha mostrado como la alternativa a los pilotos de Mercedes, es el pescador que intenta sacar tajada en río revuelto. Vettel, por el contrario, no consigue encontrar el rumbo con su RB10. De un ganador de cuatro títulos mundiales consecutivos yo me esperaría, al menos, que estuviera haciendo lo mismo que su compañero de equipo, pero nada más lejos de la realidad. Me esperaría que aportase con sus manos aquello que le faltase al coche y que no estuviese siendo superado, de forma abrumadora en ocasiones, por alguien que se suponía que no tenía el mismo talento que el y que antes incluso de llegar al equipo ya se le atribuía el papel de segundón. Creo que Ricciardo ha demostrado realmente a que nivel está Sebastian Vettel, y con esto no estoy diciendo que ninguno de los dos este a un nivel bajo. Pero si que estoy convencido, personalmente, del hecho de que Daniel es mejor piloto que Sebastian. Ambos han demostrado hasta donde son capaces de llegar con el mismo monoplaza, independientemente de los problemas técnicos que ha tenido el piloto alemán, que han sido varios. Por ello, y al igual que se le conocía como el digno heredero de Michael Schumacher, en esta nueva temporada repleta de cambios yo le adjudicaría el cartel de heredero de Mark Webber.

Me da la sensación de que en Red Bull ya ha terminado un ciclo, una etapa repleta de victorias y en la que han gozado de una gran superioridad con respecto al resto de competidores. Pero todo lo que tiene un principio tiene un final, obviamente. Pueden volver a luchar por títulos, tienen los medios y la capacidad para ello, pero volver a hacerlo con la misma ventaja que en los últimos cuatro años será realmente difícil. Y ahora os hago mi pregunta, ¿Es este el final del ciclo de Sebastian Vettel? Sinceramente, y siendo consciente de que puedo equivocarme, creo que si. El mismo por sus propios méritos ha demostrado este año el nivel al que realmente está, y no me parece que sea el nivel de un piloto que hubiera podido conseguir cuatro títulos mundiales de F1 de manera consecutiva de no haber sido en las condiciones en las que lo hizo. Y esta es mi visión personal respecto a Sebastian Vettel, el vigente tetracampeón cuyo talento este año se ha puesto seriamente en duda, algo que nunca antes había pasado en el gran circo de la Formula 1.



Eder Vega
Formula Paddock
09/09/2014

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