martes, 9 de junio de 2015

DE VUELTA A LAS ANDADAS


Habitualmente paso bastante tiempo en intensos devaneos antes, durante y después de escribir un artículo para bautizarlo con un título que esté a la altura de las circunstancias. El encabezado de hoy, a pesar de su evidente sencillez, es el más idóneo y el que mejor se adapta a la temática en la que hoy me voy a centrar en exponer. Tras la reciente celebración del Gran Premio de Canadá he llegado a diversas conclusiones, para bien o para mal, sobre el actual campeonato de la categoría reina del automovilismo. Entramos en materia.

48 horas después de la carrera disputada sobre el asfalto del circuito Gilles Villeneuve creo que decir que la Formula 1 vuelve a las andadas es lo más acertado, porque esta expresión sobra para definir diferentes situaciones que tienen lugar en este momento, el mismo en el que vosotros estáis leyendo estas líneas. Lewis Hamilton vuelve a las andadas y sube de nuevo a lo más alto del podio. En contraposición, Rosberg vuelve a las andadas y se resigna a recoger las migajas que su compañero británico decide dejarle. Los aficionados, o al menos un gran número de ellos, vuelven a las andadas y se echan las manos a la cabeza temiéndose lo peor tras otro abandono de Fernando Alonso, el tercero consecutivo del año, en McLaren Honda. La mítica Ferrari vuelve a las andadas y de nuevo pierde parte de su esplendor tras una carrera en cierto modo pobre, más adelante explicaré porque lo creo así. El gran circo, en general, vuelve a las andadas y se muestra tan aburrido como lo fue en la anterior campaña, la insustancial temporada 2014. Punto por punto iré explicando más detalladamente las afirmaciones que acabo de realizar.

De vuelta a la gloria: 
Tras dos carreras en las que, por un motivo u otro, la victoria se le había escapado a Lewis Hamilton, este ha vuelto a mostrarse intratable al volante del infinitamente superior Mercedes. Hablando en plata, era obvio que tras la cagada de su equipo en Mónaco el inglés iba a querer resarcirse, y desde luego que lo hizo. En uno de sus circuitos más favorables, por no decir el más favorable, Hamilton comenzaba a mostrarse ya desde las jornadas de entrenamientos libres. Se llevó la pole position y finalmente terminó la carrera en el primer cajón del podio, aunque tan solo dos segundos por delante de su compañero de equipo. Nico Rosberg terminó la carrera muy cerca de su compañero y en ciertos momentos parecía que incluso le atacaba, pero a mi parecer tan solo lo parecía. Lo explico en el siguiente punto, el correspondiente al segundón alemán.

De vuelta a la sombra:
Como decía, Rosberg terminó el Gran Premio de Canadá apenas dos segundos por detrás de su compañero y gran rival, pero a mi en ningún momento me pareció que la primera posición de Hamilton corriera peligro. Más bien me daba la sensación de que Lewis iba controlando la carrera perfectamente, aflojando y apretando en los momentos precisos y en los que más le convenía. Por decirlo de alguna manera, estaba jugando con Nico Rosberg a su antojo. Creo que el alemán es bastante peor piloto que el británico y las únicas veces que hemos visto al simpático Nico terminar por delante de Lewis ha sido por demérito del inglés, y no por mérito del teutón. Con esto no quiero decir que Nico Rosberg sea mal piloto, en absoluto, pero en mi opinión este título está tan decidido como lo está el anterior.

De vuelta al pesimismo:
El pasado domingo vimos como Fernando Alonso tenía que retirarse de la carrera mucho antes de poder cruzar la bandera de cuadros, la tercera vez consecutiva esta temporada y la primera vez que encadena tantos abandonos en su trayectoria deportiva. El caso del piloto asturiano siempre ha sido curioso, aunque últimamente cobra aún mas fuerza, ya que cuando algo sale mínimamente bien, por insignificante que sea, parece que la alegría y el optimismo se apodera de sus seguidores más incondicionales. Por el contrario, cuando algo sale mal, en la medida que sea e independientemente de su importancia, da la impresión de que el pesimismo más rotundo y desesperanzador se extiende entre el público como una epidemia. Está claro que las cosas en McLaren Honda no van bien y la incertidumbre respecto a su futuro es obvia y lógica, pero tengamos paciencia. Lo único que podemos esperar es que finalmente el binomio anglo-nipón dé con la tecla que les permita estar en la pomada habitualmente y, por supuesto, que cuando den con ella no sea demasiado tarde.

De vuelta a las andadas:
En este caso ni siquiera es necesario especificar a donde se vuelve, honestamente. Allá por el mes de Abril, tras el Gran Premio de China, dije que la Scuderia Ferrari se estaba estableciendo como la segunda fuerza después de Mercedes y arrebatándole a Williams su posición del año pasado. De hecho también afirmé que los de Maranello este año podrían hacer algo parecido a lo que consiguió Red Bull en 2014, arrebatarles dos o tres victorias, como mucho, a las flecha de plata. Habiéndose disputado ya varias carreras desde entonces me reafirmo en lo que dije, pero me da la sensación de que los transalpinos vuelven a estancarse. Podrán arrebatarle dichas victorias a los alemanes siempre que estos comentan errores como el de Mónaco, por poner un ejemplo reciente, y tanto Kimi Räikkönen como Sebastian Vettel estén inmediatamente detrás para pescar en rio revuelto y sacar tajada, cosa que, en mi humilde opinión, podría no ocurrir. El pasado domingo en Montréal el finlandés se marcaba un trompo en la horquilla que le dejaba fuera del podio. Algo muy parecido a lo que le sucedió en 2014, solo que por aquel entonces no luchaba por algo tan importante. El caso de Vettel es un poco más delicado. No se puede negar que hizo una buena carrera remontando desde la decimoctava hasta la quinta posición, justo por detrás de su compañero, pero el hecho de que le costara tanto adelantar a Fernando Alonso con un monoplaza que dista mucho de lo que es el Ferrari ahora mismo y de cometer tantos errores a lo largo de la carrera, precedidos ya sea por la presión o por la impaciencia, me demuestran una vez más, y esto lo digo a nivel personal, que el tetracampeón alemán no es un piloto realmente a la altura de sus títulos.

De vuelta a la indiferencia:
En general, y para poner el punto final a este artículo, creo que la Formula 1 está volviendo a lo que fue durante la pasada temporada. Aburrida y monótona, básicamente. Mas allá del dominio de Mercedes, las primeras carreras de este año prometían un campeonato divertido e interesante, sobre todo si lo comparamos con el anterior, pero en los últimos Grandes Premios me da la sensación de que las cosas se están asentando y vuelven a parecerse a su peor versión. Sinceramente, espero equivocarme.

Dicho esto solo me queda daros las gracias por haber pasado unos minutos de vuestro tiempo en leer estas líneas. Hasta dentro de dos semanas!



No hay comentarios:

Publicar un comentario