Tras nueve meses sumido en un coma del que no se sabía si podría despertar o no, en la madrugada del sábado 18 de Julio nos llegaba la trágica confirmación de que lo peor había sucedido. Jules Bianchi finalmente sucumbía a las heridas que sufrió en su terrible accidente durante el pasado Gran Premio de Japón 2014, aquel fatídico 5 de Octubre. Nunca olvidaremos a Jules, y por eso hoy queremos dedicar unas cuantas líneas en su memoria de parte de todo el equipo de Formula Paddock.
Se hace muy difícil escribir cualquier cosa en esta situación. No sabría decir si sobran las palabras, o más bien faltan.
Siempre veo las carreras ajeno a que estas cosas pueden pasar. Nunca te paras a pensar en algo así a pesar de que sabes perfectamente que ese riesgo esta ahí, inevitablemente.
Tenías toda la vida por delante y, aunque no disfrutamos de tu talento en la F1 tanto como nos hubiera gustado, demostraste con creces que lo tenías.
Perdiste tu carrera más importante, pero siempre permanecerás en nuestro recuerdo y nuestros corazones. Gracias por todo lo que nos hiciste disfrutar.
Descansa en paz, Jules.
Es duro escribir algo así, como aficionado no gusta leer fallecimientos de pilotos a los que has visto correr y que podían tener un buen futuro en esto.
Jules, pese a que no estuviste muchos años en la F1 conseguiste algunos hitos que ahí quedaran, hiciste puntuar un Marussia y además formaste parte de la estructura Ferrari, una estructura en la que solo están los que tienen talento.
Por desgracia para todos has perdido la carrera de la vida pero allí arriba estarás en un rincón privilegiado, ese lugar en el que están aquellos que fallecieron haciendo lo que más le gustaba
Ahora podrás correr con algunos de los grandes de este deporte.
Jules, agur eta ohore.
Siento una gran pena escribiendo estás palabras de despedida mientras transitas el camino hacia una vida mejor.
Agradecerte tu comportamiento y dedicación a este deporte, claro ejemplo de como hacer bien las cosas. Me quedo con todo lo bueno que nos has aportado a todos los espectadores, con tu gran labor de piloto. Una actitud que muchos debemos aprender para ser mejor persona. Tal como lo eras tu, Jules.
Un piloto que demostró su gran talento. Un piloto que nos deja con las ganas de verle continuar el camino que debía seguir de no haber sido por aquel accidente que, por suerte o por desgracia, no olvidaremos. Has marcado un antes y un después en la F1.
Adiós, Jules.
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