El pasado Gran Premio de Bahrain fue, al menos para este aficionado que os escribe, una de las carreras más divertidas, locas y emocionantes que yo recuerdo en los últimos años. Casi me atrevería a afirmar incluso que es la mejor carrera que he visto desde que se introdujeron estos nuevos motores híbridos V6 en la categoría reina. Ya desde la mismísima vuelta de formación el asfalto del circuito de Sakhir nos reservaba unas cuantas sorpresas de lo más inesperado. También en la salida. Las primeras vueltas fueron frenéticas. De hecho, intentando hacer un poco de memoria, no recuerdo un Gran Premio con tantas luchas, adelantamientos y colisiones en sus primeros giros. Las estrategias variaban y se convertían en protagonista y clave de la carrera. Y así sucesivamente hasta que se ondeó la bandera de cuadros 57 vueltas después. Sin más dilación, ahora si, entramos en materia.
Como decía unas líneas más arriba, ya en la misma vuelta de formación teníamos el primer giro argumental del Gran Premio, y era nada más y nada menos que el abandono prematuro de Sebastian Vettel debido a una rotura en su motor. Yo no soy experto en motores, ni muchísimo menos, pero me pareció que era algo grave al ver salir chispas por la parte trasera del monoplaza, y no por el roce con el suelo. Así el alemán se quedaba fuera de juego y los de la escudería de Maranello sentían como un jarro de agua helada les caía encima. Aquello fue, cómo diría el gran doctor Sheldon Cooper, un "¡Zas, en toda la boca!" con todas las letras. Un saludo a mi querido compañero Iker Mesa. Pero esto no era todo, porque tan solo hacía falta que se apagaran las cinco luces rojas del semáforo para que las batallas y los incidentes comenzaran a sucederse casi sin darnos tiempo a respirar. Como ya os adelantaba antes, las primeras vueltas fueron frenéticas. Lewis Hamilton se resignaba a perder la posición con su compañero de equipo en la salida, y entonces apareció Valtteri Bottas para aportar su granito de suspense y darle otro giro argumental a la carrera, ya que en la frenada de la primera curva se llevaba por delante y puesto al británico de las flechas de plata, relegándole hasta la séptima posición y haciendo que Daniel Ricciardo, de rebote, perdiera un trozo de su alerón. El único Ferrari que quedaba en pista, el de Iceman, se veía forzado a perder posiciones también al perder terreno en los primeros metros, aunque cierto es que más tarde el finlandés protagonizaría unos cuantos adelantamientos de lo más interesantes. En resumen, menuda salida. De ahí en adelante la verdad es que la cosa no tuvo síntomas de decaer, y la verdad es que no lo hizo en ningún momento.
Respecto a ese último foco de atención que comentaba, he de decir que aplaudo enormemente la decisión de introducir un tercer compuesto por parte de Pirelli y el añadido de que cada equipo pueda elegir los compuestos disponibles para cada piloto. Creo que realmente aporta diversidad y variabilidad a las estrategias que los equipos siguen a lo largo de un Gran Premio, y el hecho de que muchos equipos difieran entre si se hace de lo más ameno los domingos. La verdad es que así como en otras cosas han metido la pata pero hasta el mismísimo fondo, y seguro que todos estamos pensando en lo mismo, en lo que a los neumáticos se refiere pienso que han dado en el clavo, al menos remitiéndome a lo visto hasta ahora. En lo referente al asunto que acabo de dejar caer y que seguro que todos hemos pensado al mismo tiempo, el dichoso nuevo formato para la clasificación, la verdad es que tengo poco que añadir a lo que ha dicho mi compañero Iker Mesa en su artículo "Por una cutres con interés", cuya lectura recomiendo altamente porque sugiere varias opciones de lo más interesante. Tan solo decir que cuando la has cagado, hablando en plata, lo mejor es reconocerlo y dar marcha atrás si hace falta para volver a aquello que estaba demostrado que funcionaba. Pero en vez de eso la FIA, inmersa en su cabezonería y arrogancia, no solo no reinstaura el formato de clasificación que conocíamos todos hasta el año pasado sino que ahora pretende inventarse otra cosa diferente vistas las deficiencias de esta nueva clasificación eliminatoria tan innovadora. En fin, a ver con que nos sorprenden dentro de poco más de una semana en Shanghai, Gran Premio en el que esperamos ver al asturiano de McLaren Honda de vuelta a los mandos de su MP4-31 para darlo todo, al menos todo lo que ese coche le permita dar, claro. Gran Premio en el que me pregunto si Hamilton dará un puñetazo sobre la mesa y se llevará su primera victoria del año para empezar a imponerse de nuevo sobre su compañero teutón. Expectación habrá, desde luego.Y poco más tengo que decir, la verdad. Tan solo daros las gracias una semana más a todos los seguidores por estar al otro lado leyendo nuestros devaneos en este blog. Blog al que volveré en apenas un par de semanas, tras la celebración de la tercera cita del calendario del mundial de Formula 1 2016, el mítico Gran Premio de China. Espero que sea, cuanto menos, igual de divertido e interesante que la última carrera sobre el desierto de Bahrain, porque un servidor no tuvo tiempo ni para aburrirse. ¡Hasta dentro de muy poco!
Autor:
Eder Vega
