Pues si, queridos lectores, es así de simple, crudo y triste a la vez. Para un servidor no había ningún tipo de dudas tras el Gran Premio de Bahrain, que creó tanta confusión entre los aficionados debido a las pequeñas pero múltiples batallas que se vivieron sobre el asfalto de Sakhir. Algunos llegaron a decir que era la mejor carrera que habían visto en los últimos años, que la F1 recuperaba su rumbo y volvía a ser la que era hasta el año pasado. En cierto modo, y para ser honesto, esperaba equivocarme cuando escribí mi artículo "Espejismo en el desierto", pero creo que tras el Gran Premio de España el tiempo me ha dado un poquito la razón, la Formula 1 ha perdido definitivamente el norte. Digo "un poquito" porque en este mundillo nunca se puede hablar demasiado alto, por si las moscas.
Tal vez sea porque hace apenas dos semanas reviví mi gran experiencia en el Gran Premio de España de hace un año escribiendo el especial "2013: Tú a Londres y yo a Montmeló", un verdadero carrerón no solo por lo que sucedió en pista, si no por el todo el ambiente y emoción que rodeaba al evento. Pero lo de hace unos días en Barcelona no podía llamarse "carrera", aquello no era Formula 1. Para mi fue absolutamente aburrida desde que se apagó el semáforo hasta que se dio el banderazo final. En ningún momento me sentí atraído por nada de lo que se veía en mi televisión. La peor carrera, hasta el momento, de esta temporada. Era otra descarada muestra de lo que viene siendo este mundial 2014. Ausencia de adelantamientos, luchas, emoción, neumáticos más que conservadores, monotonía en las estrategias... un cúmulo de circunstancias que provocaban que mi atención e interés por la carrera se disipasen progresivamente. Lo único que me mantenía pendiente de los monitores era mi compromiso con Formula Paddock y todos nuestros seguidores, el hecho de no dejar de cumplir mis labores y olvidarme de todos ellos, esa era la única razón. De no haber sido así este servidor habría apagado la televisión a las pocas vueltas para hacer cualquier otra cosa, y digo "cualquiera" porque literalmente cualquier cosa hubiera despertado en mi más interés del que estaba despertando la carrera en Barcelona aquel domingo. Aunque las 66 vueltas que completaron el Gran Premio de España no son lo único que me ha parecido bochornoso últimamente, porque la polémica que se ha creado durante los test posteriores a la carrera debido a la famosa trompeta para aumentar el sonido han sido la gota que ha colmado el vaso. Es como si los peces gordos del gran circo se estuvieran riendo directamente en la cara de todos sus espectadores y aficionados, que son en parte quienes les dan de comer.
Ya lo dijo Antonio Lobato, y bien dicho además, a través de su cuenta oficial de Twitter: "Para eso que le pongan detrás dos altavoces y un amplificador de 2 Kilowatios. Creo que la afición quiere ruido, pero no artificial". Totalmente cierto. Muchos aficionados, entre los que me incluyo, han hecho públicas sus quejas respecto a esta nueva Formula 1. Pero yo también creo que la solución no está en subirle el volumen a los monoplazas, eso puedo hacerlo yo desde mi cama con el cómodo mando a distancia, qué gran invento. Obviamente no voy a ser yo quien ofrezca el remedio para el problema del sonido, pero está claro que lo que ellos nos ofrecen no es lo que nosotros buscamos. Toda esta cantidad de absurdos me lleva a pensar que el gran circo finalmente ha perdido su brújula y se ha desviado de su camino, y no se si volverá a retomarlo algún día. Hubo otro detalle que también comentó Antonio Lobato y que me llamó la atención, aunque de forma negativa. Fue durante la retransmisión de la tercera y última sesión de entrenamientos libres en Barcelona. El periodista dio el dato de que la pole position conseguida aquel fin de semana por Stéphane Richelmi (1:29.293), piloto del equipo DAMS en la categoría GP2, hubiera clasificado en decimoséptima posición en la segunda sesión de entrenamientos libres de la F1, por delante de Grosjean (1:29.493), Bianchi (1:29.991), Chilton (1:31.148), Kobayashi (1:31.338) y Ericsson (1:31.586). Y tan solo una décima por detrás del Force India de Sergio Pérez (1:29.129), en decimosexta posición. Detalle cuando menos curioso y, como bien dijo Antonio Lobato también en su momento, doloroso. En fin, esta es la nueva categoría reina que quieren vendernos.
Llegados a este punto si que me atrevería a proponer algo descabellado, como han hecho ellos con la famosa trompeta, ¿Por qué no?. Podrían cambiarle el nombre directamente a la Formula 1 y llamarla, por decir algo, GP1. Entonces no habría problema, una nueva categoría, nuevos motores, nueva normativa y con un nuevo nombre, porque realmente de Formula 1 a lo que hemos visto hasta ahora le queda muy poco. Mi interés por ver la siguiente carrera es prácticamente nulo como aficionado, podría perdérmela tranquilamente y sabría que no me estaría perdiendo nada interesante. De hecho, me atrevería a predecir el ganador sabiendo que solo hay dos candidatos a la victoria. Y así, queridos lectores, es cómo la Formula 1 dejó de ser Formula 1. Así de simple, crudo y triste a la vez.
Eder Vega
Formula Paddock
19/05/2014
Como siempre te digo: que gran verdad has dicho, esto ya no es F1, es el Mundial de Aspiradoras 2014, sin embargo, no creo que un GP1 sea la solución, es mucho mas facil tirar todo el reglamento actual y hacer uno desde 0 donde los pilotos, la maFIA y los equipos puedan dar su opinion, un campeonato donde cada escudería pueda decidir tanto el motor como la aerodinamica partiendo de algunas directrices basicas. Pero claro, esto podría ser un fiasco y joder todo el negocio televisivo, que es lo que importa a los de arriba...
ResponderEliminarCurioso dato el hecho de que el mejor GP2 este en tiempos de los F1 mediocres... Siguen con el V8 de origen Renault?
Y digo que el ganador de la siguiente carrera sera Yuji Ide, asi, lo loco
Lo de GP1 es solo un ejemplo, una idea de lo que podrían hacer ya que como he dicho esto que vemos de F1 realmente tiene muy poco, por no decir nada. Está claro qué es lo que mueve este "deporte", que no lo es, el dinero y la política, nada más. A partir de ahí los espectadores y aficionados no somos más algo prescindible para ellos, por lo visto... Y si, muy curioso el hecho de que un monoplaza de GP2 pudiera entremezclarse con los equipos más modestos de la F1, es muy triste... Por cierto, secundo tu apuesta por el ganador en Mónaco, nos la llevamos fijo!! xD
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