Como ya es habitual después de cada Gran Premio, vuelvo a sentarme frente al monitor y el teclado para dar forma textual a todo lo que me pasa por la cabeza en lo referente a la Formula 1. Han pasado apenas 48 horas desde que vivimos la carrera en el circuito de Las Américas, en Austin. El paso del gran circo por Estados Unidos a final de temporada siempre se hace notar, es obvio que a los americanos les gusta hacerlo todo a lo grande. El mercado de fichajes está de lo más animado en este momento. Fernando Alonso abandona Ferrari finalmente con rumbo desconocido por el momento. Sebastian Vettel decide marcharse de Red Bull también para, aunque no se haya anunciado oficialmente, ocupar el asiento rojo que el asturiano deja libre. La famosa "silly season" se hace protagonista. Pero ninguno de los motivos mencionados anteriormente son suficientes para inspirarme a escribir algo contundente hoy, en absoluto.
Estoy seguro de que no soy el único, pero creo que en lineas generales la Formula 1 de este año 2014 ha sido más bien aburrida. Especialmente estas últimas carreras de la temporada están sabiendo a muy poco, ya que los alicientes brillan por su ausencia y otras circunstancias de mayor importancia están eclipsando el final del mundial de manera evidente. El desafortunado accidente de Jules Bianchi, que en este momento sigue luchando por su vida en un hospital de Japón, o la reciente y polémica desaparición de los equipos más modestos de la parrilla, Marussia y Caterham, y el gran debate económico que ha acarreado. Todo ello sumado al hecho de que al campeonato a estas alturas ya le quedan muy pocos alicientes hace que muchos, entre los que me incluyo, ya tengan ganas incluso de que la Formula 1 de su campanada final en Abu Dhabi y se haga borrón y cuenta nueva para el año 2015. El estado de Bianchi nos mantiene a todos expectantes, lo único que podemos hacer es esperar y desearle muchísima suerte. Y como decía, la desaparición de Marussia y Caterham en estos últimos Grandes Premios nos llevaría a un extenso debate económico, pero no es esa mi intención en este momento. Lo que está claro es que la Formula 1 este año ha perdido su espíritu totalmente, y es obvio que algo falla a nivel interno cuando varios equipos tienen que bajarse del barco prematuramente por falta de liquidez. Con el paso de los años he llegado a la conclusión de que la F1 no es un deporte, ni de lejos, si no un gran negocio del que solo unos pocos sacan beneficio y, sobre todo, que está llena de contradicciones absurdas que evidencian ese único y exclusivo interés por nada más que los billetes. El famoso techo de costes, del que se llevan años prometiendo su implementación, pero esta nunca llega. Que quieran abaratarlo todo por una parte, pero por otra sigan añadiendo carreras nocturnas o circuitos monótonos y aburridos. Los propios motores V6 que han introducido este año y que aumentan considerablemente el coste para todos los equipos respecto a los motores V8 del año pasado. Un sinfín de absurdos que podría seguir enumerando y que han provocado una evidente caída en picado en la trayectoria del gran circo. He de admitir que al principio se escuchaban muchas quejas por los motores o el sonido y que finalmente nos hemos ido acostumbrando de alguna manera, pero también es verdad que sigue sin gustar a un gran número de aficionados y la emoción en pista se ha visto reducida drásticamente. El hecho de que no haya habido una gran batalla por ninguno de los dos títulos, el de pilotos y el de constructores, también ha influido, lógicamente. Por todo esto, y por muchas otras cosas, yo me pregunto si realmente todo este cambio de normativa ha servido para algo, o si el rumbo de la Formula 1 promete visos de algo mejor en el futuro. A mí, personalmente, me da la impresión de que no. Pero como con muchas otras cosas también, solo podemos esperar.
Como ya mencionaba al principio de este breve artículo, hay pocos alicientes en esta recta final de temporada, si bien no ha habido muchos más alicientes a lo largo del año. También es cierto que nuestras mentes ahora mismo se centran en otras cosas, pero lo que está claro es que la Formula 1 ya no es lo que era. No se como lo veréis vosotros, y aquí podemos abrir el debate, pero a mi, llegados a este punto, me parece que el 2014 para el gran circo ha sido un año para olvidar.
Eder Vega
Formula Paddock
04/11/2014
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